Al tratarse de un estadio existente, el proyecto es diseñado para una remodelación retrofit que pretende aportar soluciones modernas de ampliación, con una mayor reutilización y la posibilidad de situar el estadio dentro de los estándares actuales de los estadios de este tamaño. Aunque es pequeño y con poca superficie construida, el estadio actual tiene características sorprendentes, como las tribunas metidas en el terreno natural, que integran la estructura construida con su entorno de forma suave y orgánica. Otro punto importante de la identidad del recinto, que refuerza su ubicación y lo hace único, es la fuerte presencia de las montañas, que pueden verse desde el interior del estadio. Aprovechando el nivel de acceso existente a las tribunas norte, sur y este, se creó una gran plaza para que el público pueda acceder a las tribunas a través del nivel del suelo. Así, creemos que el antiguo estadio puede crecer orgánicamente sin grandes rupturas e intervenciones en el esquema actual, permitiendo la conservación de la mayoría de las tribunas existentes sobretodo conservar la memoria de accesibilidad interior del estadio. 

El resultado se observa desde la portada, compuesta por los nuevos bloques de tribunas, espacios marcados de accesos y las zonas de apoyo. La cubierta aparece en la composición de la portada como un elemento más. El partido se centró en valorar los elementos estructurales propios de un estadio, sin una piel o carcasa que envuelva y oculte el interior.